martes, 22 de enero de 2013

Cómo son los cohetes y petardos

Hoy me he escapado.

Nadie sabe aún cómo lo he hecho, pero por primera vez en 3 años que tengo, me he largado de mi finca sin compañía humana.

La verdad es que yo tampoco soy muy consciente... Comencé a escuchar estruendos aterradores, me asusté, solo pensé en pedir ayuda..., y aparecí en casa de mi novio Baco, que menos mal que vive al lado...

Dicen que son las fiestas de mi barrio, y que por eso hoy, con el pim pam pum parece un día de caza mayor o la mismísima Batalla de Rande...

Resulta que algunos humanos creen que "fiesta" es sinónimo de "echar cohetes", que están intrínsecamente unidos, que una cosa no puede ir sin la otra... Para desesperación nuestra, que tenemos muchísimas palabras sinónimas de "fiesta", pero nunca sospecharíamos que ese ruído que rompe el cielo sea anuncio de nada bueno.

El caso de los petardos tiene su matiz: además de también asustarnos, provocan en el usuario una risa de tonto que se cree muy listo. Una vez oí que alguien decía que un petardo es un objeto que explota al ser accionado por un imbécil.

Pues eso, que para nuestra tranquilidad, menos gasto en pólvora y más creatividad en las fiestras patronales.

Se lo pediré a San Vicente, el patrono de mi barrio...



viernes, 30 de noviembre de 2012

Como es un monito de trapo

Hoy he tenido una experiencia religiosa.

Mi humana apareció en casa con cuatro monos de trapo. Todos muy bonitos y llenos de colorido. Y me volví loca. Sin entrar en razones, lo único que quería en ese momento era comer monitos, se me notaba era mi mirada obsesiva.

Y resulta que los monitos no eran para mí, ya tenían dueños asignados: Ernesto, Carlota, Antón y Unax... No habían pensado en mí.

Pero una cosa es la racionalización y otro el impulso animal, así que el hecho de que no fueran de mi propiedad pasó a ser secundario e intenté meter mi morro en su bolsa con insistencia.

Para procurar calmar los ánimos, a mis humanos se les ocurrió hacer un nudo con una toalla vieja, meterla en la bolsa de los monos, y sacarla de allí como si fuera lo mejor que me podía pasar... (Más o menos como nos hacen habitualmente los políticos).

He caído en la trampa, y me he lanzado hacia esa burda imitación de mono de trapo, esmerandome en deshacer su nudo creador.

Ahora ando de aquí para allá con el mono-toalla en la boca, mientras que intento comprender por qué no se acordaron de mí al encargar los verdaderos.

Yo siempre he querido tener un mono bonobo en mi vida. Que se llame Paco.



jueves, 29 de noviembre de 2012

Cómo es el enamoramiento

Mi vecino Bobby se muere por mis huesitos. Por los que llevo dentro y por los que me guardan en una bolsa para cuando me quieren premiar. Lo segundo es evidente, y de lo primero me doy cuenta cuando le oigo gimotear cada vez que me ve, desde su casa, correr alocadamente a por mi nuevo pato de plástico. Bobby daría lo que fuera por estar más cerca, el pobre.

Ya antes tenía yo sospechas de su enamoramiento, porque todas las noches me deja alguna señal a la puerta de casa, si no es un pis es una caca, pero siempre muy cumplidor...

Si percibe movimiento a mi alrededor, baja disparado a intentar colarse en mi patio y me trae piedras de regalo, ante mi mirada atónita, que sé muy bien que no debemos meter piedras en la boca. Y, encima, me las lanza, esperando que se las devuelva... No se puede ser más tontorrón.

Aparece como una exhalación en momentos inapropiados, como cuando la semana pasada vino a verme mi novia Lola, que se metió en el patio y no había quien lo sacara... creo que pensaba yo aquí me quedo, con estas dos megacachondas, el pato, el hueso y el cerdito de plástico...

Pero a mí Bobby no me gusta. Le conocí en su anterior vida, cuando aún no sabía lo que era el jabón ni el calor de un radiador. Para los que no le conozcáis, vivía atado a una cadena a la orilla del río, justo pegado al camino que yo tengo que atravesar si me quiero dar una vuelta por los molinos de cerca de casa. Y Bobby, además de sucio, parecía muy fiero, me ladraba y saltaba sin parar hasta lo que le permitía la cadena. Me daba miedo.

Un día murió Res, el vecino más listo que he tenido, y su humano necesitaba sustituto. Se acordó de Bobby. Habló con el humano que le llevaba la comida y que, de vez en cuando, le limpiaba su chabola, y autorizó la transacción: Bobby recibió un baño y paso a formar parte de un hogar, con hermanastra incluida, Luca, de bastante mal carácter.

Ya sé que Bobby ha cambiado, está muy limpio y ya no ladra, solo gime cuando me ve. No se acuerda de las cadenas y cada día perfecciona más su llamativa técnica de lanzamiento de piedras con la boca. Pero recuerdo su anterior faceta y no me puedo enamorar.

Y eso que ando algo necesitada...


martes, 16 de octubre de 2012

Cómo es el Monte Pindo

El Monte Pindo está cerca de Carnota (A Coruña) e impresiona mucho con sus piedras gigantes de formas caprichosas que te rodean durante todo el ascenso hasta La Moa, cumbre desde donde te ofrece unas vistas espectaculares.

Tiene un aire a la Ciudad Encantada de Cuenca, pero con camino mucho más complicado y cansado: dos horas y media cuesta arriba siguiendo un arroyo. Cansado, pero muy recomendable, sobre todo para amantes de la aventura como yo.

Me crucé con 8 perros y 2 perras, todos sueltos, disfrutando del paseo con un comportamiento ejemplar. Me olieron mis partes, como indica el reglamento perruno (y lo más apropiado para un lugar relacionado con ritos de fertilidad), y después cada uno siguió camino con su manada.

Pero el comportamiento humano en ese monte, sobre todo en su cima, deja mucho que desear. En cuanto te acercas a La Moa se empiezan a ver nombres y fechas en las piedras; algunos pintados, otros grabados a base de cincel. Una pena.

Igual que a muchos de nuestra especie les gusta dejar su marca meando por doquier, hay humanos que creen que dejando su nombre escrito en un sitio tan paradisiaco, van a alcanzar fama y gloria entre sus congéneres. Pobres.

Así que en mi programa electoral a la Presidencia voy a incluir unas medidas para subsanar este defectillo humano:
1) Investigación de la autoría (cosa que no es difícil porque dejan el nombre de los amigos junto al nombre de su pueblos y la fecha en la que estuvieron allí).
2) Inclusión en el listado de humanos peligrosos.
3) Obligatoriedad de llevar las manos atadas cada vez que se acerquen a un monte.
4) Obligatoriedad de asistir a una terapia de sensibilización ambiental.


(Si se os ocurre algo más, decídmelo...)


Por cierto, al bajar del Monte Pindo, en el bordillo de la acera del aparcamiento de detrás de la iglesia de O Pindo, dejé abandonada una cámara de fotos. Cuando volví a por ella ya no estaba. Se la había llevado un humano (porque si fuera un perro habría restos de la funda hecha jirones). Si conocéis a alguien que haya estado allí este sábado pasado, preguntadle, que en la cámara tenía un montón de fotos de un rubio juguetón que conocí el viernes por la noche en la Playa Mar de Lira.

Jello, te echo de menos!






jueves, 11 de octubre de 2012

Cómo será mi programa político

Stefano es un perrito siciliano que en las próximas elecciones se presenta como candidato a la alcaldía de su pueblo. Aunque solo tiene 6 meses y es extranjero (de Francia, creo) tiene muchas posibilidades de ganar y ya está pensando en su campaña para la presidencia del gobierno italiano. Total, dice, yo también sé organizar fiestas bunga-bunga... Se presenta por el PdlR, el Partido de la Rabia, con el lema 'Mejor un perro político que un político perro'.

Creo que yo también me voy a presentar a Presidenta... Tengo ideas innovadoras y mucha energía para repartir....

Si yo llegara a Presidenta prohibiría por decreto todos los espectáculos en los que se maltraten animales: corridas de toros, cabras lanzadas desde campanarios, aves decapitadas... Cuánto dinero se ahorraría si no se subvencionaran esas barbaries... Pero si hubiera muchas protestas por esta medida con gente gritando que es una cultura a conservar, daría mi pata a torcer, pero con un leve matiz, el protagonista será humano.

Ya me imagino a un tipo corriendo por los campos de Tordesillas seguido de una jauría de perros sedientos de sadismo..., y también al otro medio mareado en el centro de una plaza de humanos sin saber la suerte que le espera...

También promovería la tarjeta sanitaria universal; no solo para todos los humanos sino también para todos los animales. Porque no consigo entender por qué si los humanos con los que convivo pagan religiosamente a la Seguridad Social, yo no tengo derecho a una tarjeta veterinaria gratuita.

Y no me importa adelantar  aquí una de mis medidas más polémicas: la esterilización obligatoria en los humanos. Porque, vamos a ver, con la cantidad de niños y niñas que hay tirados por el mundo, ¿cómo se permite que los humanos sigan pariendo sin ningún control?

Si para conducir un vehículo es obligatorio tener un carné, cómo no es obligatorio pasar una serie de pruebas para conducir a un pequeño humano por el camino de la vida... Y el que no sea apto para la paternidad, esterilizado y punto. Solo hace falta ver la película Idiocracia para saber qué mundo nos espera si no reaccionamos a tiempo.

VOTA SURA para PRESIDENTA

Lema: "A carne dura, diente de perro"




domingo, 23 de septiembre de 2012

Como es ser un perro enorme y abandonado

La semana pasada apareció un nuevo perro abandonado en el monte de al lado de mi casa. Y digo abandonado porque tenía el pelo tan mal que está claro que sus humanos no lo querían.

Ya sabéis que en mi zona dejan muchos animales abandonados (a mí misma me dejaron aquí tirada, aunque yo tuve suerte y pude rehacer mi vida), pero el pobre perro de esta semana tenía una peculiaridad: era un mastín, un mastín enorme y adulto que se quedaba parado en mitad de la carretera, con cara de tristeza, como si fuera el protagonista de un anuncio contra el abandono.

Era tan grande que a mí me daba bastante miedo, y la posibilidad de compartir espacio con él en mi casa era escasa, así que me puse a pensar qué podía hacer por él, además de llevarle comida.

Las protectoras de animales están actualmente abarrotadas, ya no caben más, y el ayuntamiento de la zona ha apostado por la nueva perrera provincial, que dicen que es un centro de exterminio encubierto. Sin saber a quien acudir, se me ocurrió colgar su foto en el Facebook de una protectora con un montón de seguidores, por si alguien lo reconocía.

A partir de ese momento me he enterado de muchas cosas....

La protectora apoyó mi propósito y fue la primera en avisarme de que no era recomendable difundir la situación exacta del animal, porque hay desaprensivos que se dedican a reclutar perros grandes para usarlos de sparring, es decir, para entrenar a perros que participan en peleas clandestinas. Tiemblo solo de imaginármelo. Lo más recomendable era dar mi correo electrónico a personas verdaderamente interesadas en adoptar el animal.

En el Facebook de la protectora difundieron su caso ¡394 personas!, y solo dí una vez mi correo electrónico, pero  me empezaron a llegar mensajes de lo más curioso...

Mi primera sorpresa fue el adoptante voluntario que quería que se lo mandara a Algeciras, eso sí, lo pidió con toda naturalidad, como si se tratara de un paquete. Más adelante, recibí correos de gente que lo quería adoptar en Alemania y en Italia junto con otros que me avisaban de que no me fiara de los italianos; después discusiones sobre el envío de perros al extranjero sin ningún control, que fue derivando hacia la propuesta de practicar la eutanasia a las camadas nada más nacer o sobre la irresponsabilidad que supone intentar sacar adelante a un cachorro encontrado. También me proponían organizar campañas de recogida de donativos para el cuidado del mastín hasta que encontrara hogar.

Tengo mi email ardiendo...

Al mastín ya no se le ve, pero yo he descubierto que hay un montón de humanos preocupados por nosotros y nuestra trágica situación, intentando dar solución a un problema que la administración no quiere ver.

También, que hay otros muchos humanos para los que somos escoria.

Pena de mundo.


martes, 28 de agosto de 2012

Cómo es veranear con mi abuela

Yo con mi abuela me llevo muy bien. Aunque no nos parecemos nada físicamente, se nota que la sangre tira (como dice mi prima) y tenemos un vínculo especial.

Cuando voy de vacaciones a su casa, me encanta tumbarme en la mullida alfombra verde de la sala, que ella misma tejió con sus propias manos y un montón de lana. Las dos nos echamos juntas unas siestas muy profundas. Ella se siente protegida conmigo porque soy grande, tengo un potente vozarrón y ladro solo para avisar de que alguien se acerca.

A las dos nos gusta madrugar y, mientras que ella riega la huerta o barre la acera, yo vigilo sus espaldas, sentada muy dignamente a su vera. A las dos nos gusta mucho la fruta, sobre todo recién cogida del árbol, y por las tardes solemos merendar fruta juntas, un trozo para ella y otro para mí.

Mi abuela me llama Suriña y me habla mucho; yo no entiendo muy bien lo que me dice pero la beso y la beso porque me gusta que me hablen. Mi abuela también habla mucho de mí, de lo bien que me porto y de lo obediente que soy, porque a ella le hago mucho caso, ni siquiera contesto a los perros vecinos que se pasan el día ladrando y no me dejan ni echar un pis tranquila.

Hoy 28 de agosto celebro mi aniversario. No es el día en el que nací sino la fecha en la que escogí aquel helecho para tumbarme, al lado de la puerta adecuada, después de un mes vagando abandonada, triste y extenuada. Ya han pasado dos años. Mi abuela reconoce que fue la primera que se dio cuenta de mi presencia y vio en mí un problema, un engorro, un gasto a mayores y una cadena.

Ahora mi abuela tiene claro que fue un error haber pensado aquello, y no para de repetirlo. Que compenso más de lo imaginable, porque los perros que hemos sido abandonados tenemos un doctorado en arrancar sonrisas y ternura...

Ahora soy una perrita con suerte y estoy contenta, aunque en el pecho, bien hondo, la tristeza de una niña escondo...